domingo, 9 de septiembre de 2012

Ojos como platos.


Va siendo la hora de, aullante sed, ponerme en mi sitio.
Cuando toca callarse, parlante escasez, en mis calles hablo.
Aún puedo controlarme, late y late, con un poco de ruido.
Si pudieras tocarme, desenfrénate, y quemármelo todo…
Este frió que me arde, otra vez, por no pisar tu sendero.

Espalda hacia atrás una aurora me para.
Dios observa y disfruta, te miro y sonrío.
No puedes bajar tan alto, a mi altura.
Música en el universo, Pitágoras, te creo.
Y a mí solo me creó un deseo humano.
A ti te creó el miedo a superar.

Quiero incandescente cada simple mañana
Y también cada sorprendente noche.
Y qué decir de mi querida tarde, soleada
En Invierno, y en Verano entorpece
Cada paso por asfalto y piedra, quema.
Como mi Andalucía, mi lugar ausente.

Palmas al aire, movimiento de pies y quiero bailar
En el estrecho de tus pechos que se estrechan al pasar.
Un taconeo binario y un movimiento geográfico, mira,
Desde mis ojos a tus adentros, qué gusto, casi sin tocar.

Sergio Rodríguez.

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