Cuando uno tiene algo que decir no se puede callar, porque callarse es morir.

Y aquí sigo, corazón, en mi trinchera tirando piedras.

Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras
Contra la última frontera
La que separa el mar del cielo del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra

Y no me pidas tanto, corazón
Que tengo poco aire en el pulmón
Lo que tengo es un castillo en el cielo
Si viene la guadaña a mi rincón
Enjuágame la frente en tu sudor
Y le das un beso a todos si me muero

 Carlos Chaouen.

A los que sientan eso que sienten los poetas cuando escriben

A los que sientan eso que se siente cuando se inspiran

Recoged esas semillas que os da vuestra tierra

No tengáis miedo a lo que de vuestra semilla dicen

Sólo importa sentir. 

Una poesía escrita en un desvelo más.

Voy a dar taconazos entre las cuerdas de la guitarra,

Siendo como una barca entre las olas,

Que hace ya mucho tiempo que soltó amarras

Y va a la deriva contemplando las lunas

Olvidando el trayecto a cada poesía que recita,

Sintiendo como el fondo de mar se excita,

Hasta que la traguen las mareas.

Voy a hacerme un zumo de los despistes

Y a bebérmelo dando un traspié.

Solo quiero darme el placer de un galope

Que dure unos segundos alegres

Y después saltar en mi yo, cayendo de frente.

De frente, como intento hacerlo siempre

¿Como más me gusta? A contracorriente.

Vámonos al sur, quiero al sol superarle

Y contigo o sin ti acorralarle

De frente otra vez.

Deslúmbrame.

No quiero más oscuridad en este camino.

Estoy harto de la ventisca.

Aquí ahora es bienvenido el cariño

Que hará que el dolor no exista

Más allá de los olivos.

Hay una cremallera por donde me quieren mirar

Que mis dedos abren con puñetazos

Dando luz a este maullar que siempre sacia a pocos.

A los ceniceros sin cenizas, con olvidos y quejíos

Y serenatas con voz de tomillo.

Ahora tú y tú, dejaos caer una vez más entre el ocaso.

Sergio Rodríguez.