viernes, 18 de enero de 2013

Un segundo de abstracción.


El arranque del ímpetu de mis manos que me agarran
Como viento se hunde en mi pecho sin alhajas.
Los vocablos de la vida por naturaleza cambian
Y por naturaleza los humanos por la justicia claman.
Sombras de los pasos de muchedumbre a mis espaldas.
¿Cuántos dejaran huellas en este mundo?, cuántas toneladas
De ausencias por las noches...  Este amor por las palabras.

Acaricio las máximas palabras para expresar lo que vivo.
Busco las máximas ideas que me sanen los descuidos,
Sanando con ilusión la visión de los caídos.
Miro sus ojos en los vagones azules madrileños;
Donde los proletarios canjean su tiempo por dinero;
Donde las miradas opacas camuflan sentimientos.
Algún día atacaré al sistema con papeles directos.

Clamo a tientas por un mundo nuevo.
Me forjo la opinión como un tesoro
Entre los agujeros de mis párpados.
Siente la desesperación de tu cuerpo
Pidiendo sangre o pidiendo a gritos una solución a tu desplazo.

Si quieres mi estima dame gestos con mensaje,
Conversaciones con oleoductos de sensibilidades.
Dame carisma de la cara y  planes baratos.
Dame aviones lejanos y aires extraños.
Ser capaz de respirar en otros sitios.

Ven a mi dulzura, la suavidad del alma.
Estos versos me recuerdan a mi hada
O a su nombre que como uñas se me clava.
Torrente de impresiones que me estremece.
No podría esclarecer entre tanto tu cuerpo finito,
Ni podía abarcar con mis brazos tu bosque infinito.
Este libro que voy escribiendo, volviendo a los principios
Si se tercia, saltándome los capítulos para llegar a tus caderas.
Cruzando suelos escurridizos miro hacia arriba sabiendo que me esperas.

Sergio Rodríguez.

miércoles, 2 de enero de 2013

Adrenalina corrupta.


Ábreme la puerta, y engánchame como perro a su presa.
Sacúdeme los sentidos de derecha a izquierda con fuerza.
No temas, si existe placer no existe el daño ni la santidad.
Quítame los pudores con bocados que me dejen marcas;
Marcas de una guerra sin balas pero con aullidos de guerreras.
Siente esas ganas de matar con pasión, de gritar como furias.
Comprende cual es el significado de la libertad ahora,
Que estás encerrada entre mis brazos, donde no existen palabras.
Ilumínate de la luz que entra por la persiana, escasa como la justicia.
Se abren las pupilas y nos colocamos del azul oscuro de los cuerpos.
La piel se vuelve dura para aguantar los embates. Salvajes se vuelven
Las manos que ya no son esclavas de la sociedad que las mira.
Ahora que somos, como las nubes, inmunes a todos
Abrámonos las alas para planear sobre los infiernos.
Ríete de los desamparados por la cobardía de sus mentes;
Para rugir como enamorados de la locura hay que ser valientes;
Hay que sentirse diferente¸ y además conseguir serlo en la clandestinidad
De nuestros hogares. Vencer a la rutina con lanzadas hirientes.
Valorar cada mota de polvo situada en los picos de tus colinas como Historia.
Dibujar líneas imaginarias sobre los restos de las presiones.
Horadar tu alma con el roce de mis pestañas calientes.
Quitarte las envolturas con las que el mundo te observa;
Observar cómo crecen las semillas que hay bajo tu cuerpo.
Semillas de revolución alimentadas con placer y canciones
De amor e insubordinación hacia los órdenes establecidos.

Ahora me abres la puerta de verdad y dejo de pensar, de escribir y de estas tonterías.


Sergio Rodríguez.