Me cuelgo del revés, la vida de traspiés me surge.
Salto y no me ves, viene lo oscuro de mi ser.
Pisando fuerte hacia tus ojos.
Legionario que cierra filas.
Grito fuerte no te vayas
Y mi lanza purgando cuervos.
Fiel tu rostro al tiempo y mi venganza.
Clamo siempre a mi luna.
Denso viaje por la estepa, espera,
Puñaladas de hojas frías.
Unas lágrimas por el cemento.
Campos yermos hasta tu encuentro.
Santo y seña son mis adentros
Que me piden: sexo con amor,
Por favor, y mucho romero.
La carne dura, hoy no hay siembra,
Me distraje con la puerta abierta.
La vista corre y va a ciegas.
Necesidad abruma y me faltan fuerzas.
Por la noche soy fuego y quemo;
Por el día ceniza y huelo
A los vientos de abril inquieto,
A labios besados por azul intenso.
Soy comerciante sin agobios
Vendo papel y microbios,
Un poco de vino y algún madroño.
Por mis ojos corren los secretos
De los momentos de Otoño.
Súrcame la boca, sirena.
Lánzame tu hechizo o condena.
Hinchaíto el corazón, se me llena.
Lo siento Ulises, pero yo me voy con ella.
Sergio Rodríguez.
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