Encogido, a oscuras, entre mi
ombligo y los sentidos,
Cansado del frío, encontré llamas
con motivos.
Mi olfato estaba apagado, el
contacto fue encontrado
Por el tacto, ese sentido que por
malvado no es olvidado.
- - Verás… tengo un nudo entre pecho y espalda. ¡No mires!
Apaga la luz,
siéntate y acércate, quiero que me desates…
Y se sentó, con toda su
ventolera, a ponerme patas arriba
La casa entera. Y me intentó con
cada una de sus maneras.
Yo, que a tumbos andaba con
prisas y la mirada altiva,
Salí, como siempre, con
esperanzas de escombreras.
- - Es una lazada fuerte pero está algo desgastada.
Estoy harto de
mirar al techo alrededor de nada.
Créeme si te digo
que ojalá puedas.
Y con mis andadas hice un camino
sembrado de siembras
Sembradas con mis sinceridades y
las más potentes aguas.
Así salieron semillas verdes con
pelos como escarpias
Y ojos en cada nuca y sonrisas
prendadas tan sólo de miradas.
- - Parece que me libero, sigue intentándolo, por favor.
Si encuentras
algún obstáculo, destrúyelo
Y si existe algún
dios cerca, derrócalo.
Tienes mi permiso
para regarlo todo.
Sergio Rodríguez.